miércoles, 7 de julio de 2010

Cuartos de final: La 'Mannschaft' humilla a Argentina y ya espera a España


Alemania 3-0 Argentina. Minuto 89. Los germanos roban un balón en su campo e inician su enésimo contraataque en este Mundial. Como la mayoria de los anteriores, se trata de una jugada de manual, iniciada por Muller, seguida por el genial Ozil y finalizada, como suele ser habitual, por el killer Klose. Era el 4-0 en el marcador y la debacle total en el equipo argentino, que asistía abrumado a una nueva exhibición de los de Joachim Low. La ‘Mannschaft’ humillaba así, tras el 4-1 a Inglaterra, a otro de los grandes favoritos a alzarse con el Copa del Mundo el 11 de julio en el Soccer City, sin duda un nuevo golpe de efecto a un torneo que cada vez tienen más cerca, aunque para ello tendrán que superar al vigente campeón de Europa y todavía máximo favorito en las apuestas tras la eliminación de Brasil: la Selección Española.
Pero sigamos con el partido. La Albiceleste se presentaba en cuartos tras una serie de encuentros brillantes que la colocaban, incluso, como favorita para colarse en las ‘semis’ del torneo. Se trataba del mejor ataque hasta el momento, con diez goles en su haber, y una defensa en principio sólida con un portero que no había necesitado lucirse aun.
Mientras tanto, los alemanes también llegaban con la moral alta gracias a su contundente victoria ante la Inglaterra de Capello, por lo que se preveía un partido intenso y con un marcador muy ajustado.
Pero no fue así. Apenas habían transcurrido dos minutos cuando Schwensteiger botaba una falta algo más allá del pico del área y Muller, ante la pasividad de la defensa argentina y, sobre todo, del guardameta, introducía el balón en la portería en el que era su cuarto gol mundialista. Maradona no se lo podía creer. En solo dos minutos su planteamiento había saltado por los aires. Si es que tenía alguno, claro. Minutos más tarde pudimos comprobar que no, no lo tenía. A partir de entonces, a pesar de haber margen de remontada, el equipo sudamericano comenzó a deambular por el campo, perdido, esperando una jugada aislada o que Messi se echara el equipo a la espalda. Pero el ‘Bota de Oro’ no puede jugar solo contra once. Nadie le ayudaba, si acaso un peleón Tévez que se resignaba a caer eliminado sin oponer resistencia. Ahora entendemos por qué es tan distinto el Messi del Barça al de la Albiceleste. No es culpa suya. Un equipo sin entrenador, por muy buenos jugadores que tenga, no puede hacer daño a nadie. Así se demostró ayer. Los de Joachim Low asediaban sin descanso la portería defendida por Romero, otro de los culpables de la pronta rendición argentina. El segundo estaba al caer, pero no llegó hasta la segunda parte. El descanso pudo ser un punto de inflexión en el encuentro, pues los germanos salieron algo dormidos, y Argentina, liderada sorprendentemente por Di María, dio ligeras muestras de mejoría que pudieron desembocar en el empate. Pero sólo fueron quince minutos, los que duró la caraja alemana. Luego todo volvió a la normalidad. Alemania fue la de la primera parte, ese equipo ordenado, con fantasía y musculo a partes iguales en el medio y letal arriba. Khedira cumplió un día más, Schwensteiger realizó su mejor partido y los tres más adelantados, como siempre, fueron los encargados de aniquilar al rival. Klose anotó el segundo y el cuarto tras grandes servicios de Podolski y Ozil, respectivamente, e incluso Friedrich anotó su primer gol culminando una extraordinaria jugada de Schwensteiger. Poco más hay que decir. Maradona no encontró soluciones, y Messi y Tévez acabaron bajando al doble pivote para poder recibir el balón. Ver para creer.
Alemania, como durante casi todo el torneo, fue una apisonadora, y en estos momentos es, por méritos propios, la máxima candidata a hacerse con la Copa del Mundo. Demasiado para una Argentina que se despide con la cabeza gacha. Tras su gran primera fase se vieron incluso con posibilidades de ganarlo, pero la ‘Mannschaft’ le puso los pies en la tierra. Hablaron demasiado fuera del campo, con un entrenador que no está capacitado para dirigir a un equipo en las grandes citas. Llegan tiempos de revolución en Argentina, mientras que Alemania, por fin, disfruta con sus chicos. Dejémosles. Se lo merecen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario