
LA ESTRELLA.

Drogba es el máximo exponente de la dura vida del futbolista africano. El trabajo, el sacrificio, el esfuerzo, el sufrimiento y, en cierta medida, una dosis de fortuna, son principios básicos para los niños africanos que, mientras cualquier niño de los países desarrollados se apunta a un equipo para simplemente jugar al fútbol, divertirse y pasarlo bien, ellos dan sus primeros pasos con un balón en los pies ya pensando que son la única opción para sus familias de salir de la pobreza y que sobre ellos recae esa gran responsabilidad. 'Didi' fue de ese tipo de niños. Sus padres intentaron sacarle de la miseria de su país mandándole a Francia con su tío. Pero pronto empezó a añorar sus días en Costa de Marfil, y apenas tres años después regresó a Abidjan. Allí, Drogba jugaba al fútbol en un pequeño aparcamiento, pero eso le hacía feliz. Sin embargo, poco duró el regreso, pues tuvo que regresar a Francia con su tío ya que sus padres habían perdido el trabajo y no podían mantenerle. Sería el último viaje para Didier. Los años fueron pasando y Drogba fue creciendo. Comenzó también a jugar al fútbol, y fue sorprendiendo cada vez más en las distintas categorías por su entrega y compromiso.
Pero la progresión de 'Didi' se vio frenada por sus estudios de contabilidad. Tuvo que trasladarse a Le Mans para ir a la Universidad, y firmó por el club de la ciudad, el Le Mans UC. Debutó en 1999, a sus 21 años, con el primer equipo. Pero la trayectoria de Drogba en el club galo fue irregular y su la proyección que se le auguraba empezó a frenarse. Así, a mediados de la temporada 2001-2002 fue traspasado al Guingamp de la Ligue 1. Su contribución al equipo fue fundamental durante los dos años que estuvo, ayudando en el primero con tres goles decisivos a asegurar la permanencia, y en el segundo, con 17 tantos en 34 partidos, a consolidar al Guingamp como la sorpresa de la temporada, que acabó finalmente séptimo. Allí coincidió con Florent Malouda. Llegó entonces el momento de la eclosión de Didier Drogba. Uno de los grandes de la Ligue 1, el Olympique de Marsella llamó a su puerta, y el punta costamarfileño abandonó el Guingamp rumbo a la capital mediterránea en el verano de 2003. Una sola temporada le bastó para enamorar a media Europa. Su poderío físico, clase y, sobre todo, registros goleadores (32 goles en 55 partidos) sorprendieron, y el Chelsea no perdió el tiempo y se hizo con sus servicios de cara a la temporada 2004-2005.
Desde entonces, el prestigio de Drogba ha aumentado a pasos agigantados y, hoy por hoy, es considerado uno de los mejores delanteros del mundo con todo merecimiento a raíz de sus goles, garra, calidad y experiencia. El gran problema de 'Didi' sigue siendo su fuerte temperamento, que le ha acompañado durante toda su carrera y le ha traído más de un problema, y que aún le sigue costando algún que otro disgusto. Resumiendo, un grandísimo jugador que buscará la culminación de su brillante trayectoria colocando a Costa de Marfil en lo más alto del fútbol mundial.
OJITO CON...
No es una casualidad su apodo con aires brasileños. No tiene antecedentes de la tierra de la samba, ningún tipo de relación familiar, lazos... Pero, como decimos, todo tiene su razón de ser. Gervais Yao Kouassi se crió en la prolífica cantera del ASEC Abidján. Aunque físicamente no destacaba tanto como la mayoría, técnicamente superaba con creces a todos. La energía y vivacidad con que Gervinho se desenvolvía en los terrenos de juego asombraba a todos sus técnicos.
Pronto dejó el club de su infancia para fichar por el Toumodi, cuando apenas era un crío. Apenas un año estuvo el niño que maravillaba con el balón en los pies en el
club costamarfileño, pues Gervinho decidió dar el salto a Europa aun contando tan sólo diecisiete primaveras. Aterrizó en Bélgica para enrolarse en las filas del KSK Beveren. Pese a su juventud y su falta de experiencia, el jovencísimo extremo africano respondió a las expectativas que generó su fichaje en tierras belgas y cuajó dos espléndidas temporadas en el club de Beveren. Sus actuaciones le llevaron a la Ligue 1, de la mano del Le Mans UC, por donde años atrás ya había pasado su compatriota Didier Drogba. Su primer año en el club galo no fue excesivamente brillante, rindiendo quizás por debajo del nivel esperado. Sin embargo, la confianza depositada en la joven perla costamarfileña por parte de la directiva del club dio sus frutos al año siguiente, pues fue un jugador determinante en la escuadra francesa.

Así, finalmente, Gervinho fichó el pasado verano por el LOSC Lille llamado a sustituir al brasileño Bastos, traspasado al Lyon. Y no ha fallado. Tras un comienzo de curso irregular, el africano se ha erigido junto al belga Hazard como la principal estrella del conjunto francés, anotando 12 goles en 24 encuentros y sobre todo mostrando una enorme capacidad de desborde y desequilibrio que con el tiempo, ya que sólo tiene 23 años, pueden convertirle en un jugador de bandera.
EL LÍDER.

Pero tras siete años en las filas del Arsenal, Kolo decidió cambiar de aires el pasado verano fichando tras un convulso proceso por el Manchester City, atraído por los petrodólares de Sulaiman, que pagó más de 17 millones al club 'gunner' por el traspaso el costamarfileño. Este año, nuevamente, a pesar del cambio de aires, Kolo ha vuelto a ser una pieza clave en su equipo, siendo un indiscutible para Mark Hughes y una insignia para la afición. Por su parte, el central, de veintinueve años, ha disputado casi ochenta partidos con el combinado nacional, y afronta su segundo Mundial.
Muy seguro y fuerte físicamente, rápido en el marcaje, con un gran poderío en el juego aéreo y con buena lectura de juego, se le achacan momentos de desconcentración en partidos de nivel, algo que intentará borrar llevando a los 'Elefantes' lo más arriba posible en Sudáfrica cuidando con uñas y dientes la retaguardia.
EL AUSENTE.


Sin embargo, Arouna decepcionó a la parroquia de Nervión durante las casi tres temporadas que pasó en el Sánchez Pizjuán, en las que medió también una grave lesión que le apartó de los terrenos de juego durante medio año. Así pues, en el pasado mercado invernal fue cedido al Hannover 96 para que disfrutase de unos minutos que, hoy por hoy, aún no le han sido concedidos. En definitiva, una baja esperada pero que a la vez sorprende dada la proyección que todavía, a sus 26 años, se le augura a este punta africano.
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