lunes, 28 de junio de 2010

Octavos de final; Alemania 4-1 Inglaterra: Larrionda empaña la venganza alemana

El espectáculo estaba servido en el Free State Stadium de Bloemfontein. Los Octavos de final seguían su curso de la forma más carismática posible: con el duelo europeo entre la tenaz Inglaterra y la potente Alemania. La emoción y expectación previas al partido eran máximas. Y no era para menos, pues en Alemania todavía resopla aquella funesta final del Mundial de Inglaterra 1966 en la que un gol incorrectamente validado al legendario Geoff Hurst, entonces delantero del West Ham, sobre el césped de Wembley, otorgaría la sabrosa gloria a los británicos.

Con ese aliciente extra arrancaba un partido de lo más prometedor, aunque ligeramente basculado desde el inicio al bando germano, por su dinamismo, entrega y perseverancia, exhibido con creces en la primera fase y contrastante con la racanez defensiva del juego inculcado por Capello a los pross. En las retinas de los aficionados, aquel estudiado tanto de Hurst apuntaba con lupa al colectivo arbitral, comandado por el uruguayo Jorge Larrionda.


Circunstancias de la vida, el caprichoso destino quiso que el encuentro, por un instante, fuese reminiscente de aquella final. Ocurrió cuando el partido deambulaba por el minuto 38 de juego. 2-1 en el luninoso para los teutones. Inglaterra totalmente volcada tras haber acortado distancias sólo un minuto antes. Entonces, un ostentoso disparo de la estrella del Chelsea Frank Lampard desde la frontal se introducía en la meta de Neuer tras golpear en el larguero. El esférico rebasó la portería por medio metro. El medio metro de la discordia. El medio metro que será recordado por siempre. Larrionda no decretó gol, no vio el balón entrar, al igual que sus asistentes. El desconcierto era descomunal, y un pensamiento generalizado comenzaba a brotar en los seguidores ingleses: el desquite alemán por lo ocurrido en Wembley, con el árbitro cómo protagonista especial.


Aunque una cosa no quita la otra. La desmoralización de los de Capello era más que entendible, mas no hubiese sido justo un empate en esos momentos. Desde el primer instante, Löw sabía que la única manera de aplastar la línea defensiva inglesa era haciendo gala de ese contragolpe del que tanto saben los Özil, Podolski o Klose. Aunque en primera instancia, le sobraron sus ideas. Un saque en largo de Neuer a los 20 minutos del pitido inicial propició un fallo colectivo en la zaga del que se aprovechó Klose para superar a Calamity James, último escollo en el sórdido y cegado orgullo de Capello ante una realidad llamada Almunia. Fue después de ello cuando, ante la turbación inglesa, los pupilos alemanes llevaron a la perfección la máxima de su míster, y sirviéndose de fieras contras, terminaron por azotar de nuevo a la media hora con una jugada de libro remachada por Podolski que a buen recaudo estará entre las mejores del Mundial. El dominio germano era evidente. En las retorcidas cabezas de Khedira, Özil y Schweinsteiger surgían multitud de inventos trabajados a las mil maravillas. En cambio, la cabeza que funcionó fue otra, la del central Matthew Upson, que hacía el sueño británico más factible dentro de su escasa posibilidad. Hasta ese momento. Hasta el momento en el que Larrionda quiso erigirse cómo juez involuntario (o voluntario) del partido. Así es el fútbol.


Porque a partir de ese momento todo cambió. Inglaterra perdió toda su motivación, toda su ilusión, quebrantada constantemente por los insulsos y conservadores esquemas de Capello. Y Alemania se creció, se cubrió de aires de revancha por el éxito arrebatado. Quería más, quería vencer, machacar y humillar a la pross. Ante tanto deseo y la abatida indisposición inglesa, la sentencia estaba al caer. Lo hizo personificada en un tanque de casi metro noventa de alto y de solo 20 años, Thömas Muller, en sendos y labrados contraataques en los minutos 67 y 70. La renta pudo de sobra haber sido mayor, pero los de Löw terminaron por comedirse. Schweinteiger, Klose, Podolski, Özil, Marin, Khedira, Lahm, Muller. Dan miedo. Mucho miedo. Ahora les espera Argentina. Titánicas noticias para un Mundial que poco a poco se va entonando.

1 comentario:

  1. increible los malos arbitrajes que estan protagonizando una cita tan importante como un mundial...

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